Esta montaña
tiene su pequeña historia. Fue utilizada a principios del siglo XIX por la
expedición de Méchain para las triangulaciones que permitieron precisar la
medición del meridiano de París entre Dunkerque y Barcelona, para establecer el
metro como unidad universal de longitud (definido como la diezmillonesima parte
de la longitud del meridiano entre el Polo y el Ecuador), definición que
persistió hasta 1889.
Curiosamente, años después de la expedición de Méchain, Ildefons Cerdà diseño en el Ensanche de Barcelona lo que hoy son las Avingudes Meridiana y Paral.lel, que siguen respectivamente el curso de un meridiano y un paralelo, con las manzanas del ensanche en ángulo de 45° respecto a las anteriores. La prolongación imaginaria de las 2 avenidas barcelonesas confluye en la Torre del Rellotge de la Barceloneta, uno de los puntos que Méchain utilizo para sus mediciones.
Curiosamente, años después de la expedición de Méchain, Ildefons Cerdà diseño en el Ensanche de Barcelona lo que hoy son las Avingudes Meridiana y Paral.lel, que siguen respectivamente el curso de un meridiano y un paralelo, con las manzanas del ensanche en ángulo de 45° respecto a las anteriores. La prolongación imaginaria de las 2 avenidas barcelonesas confluye en la Torre del Rellotge de la Barceloneta, uno de los puntos que Méchain utilizo para sus mediciones.
Las rutas más
clásicas para subir a l'Espina (desde Paüls, Alfara o por el barranco del Carrer Ample) son
larguitas y con desnivel apreciable y esta montaña la tenía aparcada hasta que
nuestro hijo menor se hiciera un poco más grande. Sin embargo, hace poco cayó
en mis manos un ejemplar de la revista Muntanya del año 1994 con un reportaje sobre
la Serra de l’Espina, escrito, como no podía ser de otra manera, por Kildo
Carreté (1926 - 2014), gran conocedor y divulgador del macizo del Port a quien
tuve el privilegio de conocer en el Centre Excursionista de Catalunya.
En el artículo,
Kildo refería una ruta desde el Mas de les Eres como la menos fatigosa y con un
desnivel de tan sólo 380 metros, así que allí nos fuimos. La ruta no es difícil
de seguir, pero sí intrincada y laberíntica como las propias montañas del Port.
Es recomendable llevar un GPS para seguirla o al menos para que nos reconforte
al poder saber nuestra posición en medio de estas montañas lejanas, inhóspitas
y solitarias.
Ficha técnica:
Altitud: 1.181 m.
Excursión fácil.
Ascensión por sendero.
Desnivel: 380 m.
Distancia: 3,45
km (ida).
Duración: 1h 45min
aproximadamente (ida).
Recomendada para
niños mayores de 7 años o menores habituados a caminar.
Cartografía: El
Port 1:30.000. Editorial Piolet.
Aproximación en
coches:
Barcelona -
Altafulla (por AP-7, salida 32) - Tarragona (por N-340 y A-7) - Reus (por T-11)
- Mora d’Ebre (por N-420) - Gandesa - Horta de Sant Joan (por TV-3531 y T-334)
- Mas de les Eres (13 km de pista desde la T-334). Trayecto de 2h 40min aproximadamente hasta
Horta.
Para llegar al
Mas de les Eres, desde Horta nos dirigimos hacia Arnes por la T-334 y un poco
antes de la gasolinera tomamos el desvío a mano izquierda señalizado hacia Els
Ports. Seguimos por la pista asfaltada (que lleva al área recreativa de la
Franqueta) unos 4,7 km hasta llegar a la Cruïlla de les Eres. Aquí dejamos el
asfalto para continuar por la pista de la izquierda (poste indicador). Los
primeros 3,5 km son de subida rodeando las Roques de Benet hasta el Coll de
Membrado y son bastante pedregosos y con algún sector puntual bastante
bacheado. Luego la pista desciende hasta el Mas de les Eres a lo largo de unos
5 km. En este tramo el firme es de tierra y se encuentra en mejor estado.
Recomendable todoterreno o similar. El Mas de les Eres está en ruinas y casi no
se ve desde la pista, pero el lugar es inconfundible pues es una amplia
explanada de campo abierto en la que se han llevado a cabo trabajos forestales.
Hay mucho sitio para dejar el coche.
Itinerario:
El tramo inicial
de la ruta no es demasiado claro. En les Eres (802 m) nos dirigimos hacia las
ruinas de la masía. En el lado S de la misma localizamos un tenue sendero que
se dirige hacia el SE. Gradualmente el sendero se hace algo más evidente y se
interna en el bosque. Al cabo de unos 300 metros hay una bifurcación difusa en
la que continuamos por el sendero de la derecha, aunque el que va más abajo por
la izquierda parece más claro. El sendero acaba enlazando con otro camino en un
claro del bosque y continuamos hacia la derecha (SW) hasta el Coll Blanc (819
m, 15min) donde enlazamos con una pista.
Esta pista sube desde la que hemos
venido en coche y se podría iniciar la excursión en ese punto, pero no hay
sitio para aparcar en ese lugar. Se tendría que dejar el coche más atrás, junto
a una caseta de ladrillo llamada la Caseta de la Renfe, caminar unos 200 metros
hacia les Eres y subir por la pista. La distancia es más o menos la misma y la
pista es más fácil de seguir.
En cualquier
caso, en el Coll Blanc continuamos hacia el sur por la pista, que al cabo de
unos 500 metros acaba transformándose en un sendero (889 m, 30min). El sendero
nos lleva a subir por una canal
pedregosa de fuerte pendiente. Al salir de la canal enlazamos con un camino en
el que continuamos por la derecha. A partir de aquí encontraremos algunos hitos
que nos guiarán. Inicialmente el camino desciende pero vuelve a ganar altitud y
sigue un curso bastante laberíntico por el bosque. Alcanzamos una bifurcación,
marcada con un hito, en la que continuamos por el ramal de la izquierda que nos
conduce a un resalte despejado de árboles donde gira a la izquierda para acabar
enlazando, en medio de un cerrado bosque, con otro sendero balizado con un hito
y las características estrellas azules de la travesía Estels del Sud (1.045 m, 1h
10min). Más adelante también veremos marcas de GR.
A partir de aquí seguimos hacia la derecha por
la Estels por un sendero muy bueno y claro. El camino bordea un cordal y el
valle de la Canal del Teix por terreno
más despejado y nos lleva al Coll de l’Enrejolada (1.114 m, 1h 30min) donde
enlazamos con el camino que sube de Paüls. Continuamos siguiendo las marcas de
la Estels hasta salir del bosque en un lugar con vistas a la llanura y al Caro.
Aquí hay unos letreros indicadores del GR-7 y el PR C-185. Dejamos la Estels y
el GR que descienden y seguimos por un sendero hacia la derecha que flanquea la
montaña. Pasamos bajo una cota con un pilón triangular de cemento y continuamos
por el caminito hasta la cima de L’Espina (1.181 m, 1h 45min), dotada de un
gran vértice geodésico y grandes vistas.
Ruinas del Mas de les Eres
Las paredes de la Moleta del Camp y dels Canals
Roques de Benet desde el SE
Por los recónditos parajes del Port
Les Muntanyoles y les Roques de Benet
Cima de l'Espina